Conferencia sobre “Las ciudades romanas de la Sierra de Cádiz”

En el marco de las III Jornadas de Historia de Espera (Cádiz), el próximo viernes 2 de noviembre de 2018 tendré el honor de impartir una conferencia sobre el estado actual de nuestros conocimientos sobre la ciudades de la Sierra de Cádiz que estuvieron integradas en el conventus iuridicus gaditanus. Se realizará a partir de las 19,30 horas en el Salón de Usos Múltiples colindante al ayuntamiento espereño.

Por tercer año consecutivo el Ayuntamiento de Espera organiza estas jornadas sobre historia de Espera y la comarca serrana bajo la coordinación del historiador Manuel Garrucho Jurado y la arqueóloga y directora del Museo Arqueológico Municipal (M.A.E.) Pepa Lozano Ramírez. El día 5 de octubre, Pedro Romero Valverde, alcalde de Espera inauguró oficialmente este ciclo de conferencias en el que se han tratado ya el tema de “Los juicios de la Mano Negra” por Manuel Garrucho y “Las crisis epidémicas en Andalucía a fines del antiguo régimen: La fiebre amarilla” por Juan José Iglesias, catedrático Historia Moderna de la Universidad de Sevilla. Tras la que aquí anunciamos, vendrán el 9 de noviembre  la titulada “Guerra civil, represión en la Sierra de Cádiz, el caso de Espera”, por Fernando Romero Romero; el 16 de noviembre “La frontera entre los reinos de Sevilla y Granada, siglo XV”, por Manuel Rojas Gabriel, profesor titular de Historia Medieval de la Universidad de Extremadura; el 23 de noviembre el catedrático de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla, José Beltrán Fortes,  disertará sobre “La escultura Ibero-Romana en Espera” y, por último, el 30 de noviembre Juan Rincón Millán, profesor asociado de la Universidad de Sevilla hablará sobre “El Molino de Espera o Molino de los Diezmos”.

Cartel III Jornadas de Historia de Espera

Cartel de las III Jornadas de Historia de Espera (Octubre-Noviembre de 2018)

En lo referente a la que impartiré, mi intención es dar unas nociones generales de cómo la sierra de Cádiz estuvo integrada, en época romana, por una auténtica red de ciudades, con una división administrativa propia, con unas infraestructuras viarias comunes y con una plena integración en la organización territorial que los romanos implantaron en la Península Ibérica tras su conquista y anexión a la, por entonces, República de Roma.

Además de la adopción de su administración, estructura política, sistema social, costumbres, religión, e incluso su lengua, Roma impondría una organización territorial a imagen y semejanza de la puesta en práctica en la península italiana. Para la organización y control del territorio creará un entramado de caminos, vías, puentes y acueductos que comunicaban estas ciudades.

En la sierra gaditana, los romanos aceptaron y consolidaron la mayoría de las ciudades indígenas ya existentes (a excepción de algunas que, seguramente, apoyaron a los cartagineses y que no sobrevivieron a la Segunda Guerra Púnica), que incluso llegaron a tener cierta autonomía, como demuestra que  Iptuci (Cabezo de Hortales en Prado del Rey), Acinipo (cercanías de Setenil, aunque término de Ronda)  y Ocuri (Ubrique) acuñaran monedas hasta el primer tercio del siglo I d.C. con su propio alfabeto, de origen púnico. No obstante, todas estas ciudades, entre ellas Carissa Aurelia y Cappa (ambas en el término de Espera), Saepo (Cerro de la Botinera en Algodonales), Calduba (Sierra Aznar en Arcos de la Frontera) y Lacidula (Cortijo Clavijo en Grazalema), adoptaron rápidamente la organización político-administrativa romana, así como su lengua, obteniendo así en poco tiempo la categoría de municipios de derecho latino.

Conferencia Espera 2018

Cartel anunciador de la conferencia «Ciudades Romanas de la Sierra de Cádiz» que impartirá el arqueólogo Luis Javier Guerrero Misa el dia 2 de noviembre de 2018 (Foto: Ayuntamiento de Espera).

Con la llegada del imperio, a finales del siglo I a.C, Gades (Cádiz) tendrá una nueva época de esplendor y la provincia romana de la Baetica sería dividida en jurisdicciones o conventus, recayendo casi toda la sierra dentro del conventus iuridicus gaditanus.  El emperador Vespasiano terminaría por conceder el derecho latino a todos los hispanos hacia el año 70 d.C., de ahí que varias de las inscripciones conmemorativas halladas en la sierra hablen ya claramente de ordos o senados locales, característico hasta entonces sólo de los municipios de ciudadanos romanos.

Alrededor de estas ciudades se establecieron diversos asentamientos, de carácter agropecuario, muchos de ellos también pre-existentes en época íbera y otros de nueva fundación, repartidos entre colonos primero y adquiridos luego por grandes terratenientes, que se encargaron de explotar económicamente el territorio. Las vastas extensiones agrarias que van desde Jerez a Arcos y de ésta hasta Olvera fueron ampliamente explotadas como demuestran los hallazgos de villas impresionantemente ricas, como la descubierta en El Santiscal, junto al actual pantano de Arcos, que conservaba pavimentos de mosaicos de inusual belleza. Decenas de estas haciendas o “villae” jalonan con sus restos constructivos, sus zonas agropecuarias, industriales y sus necrópolis toda la sierra gaditana. Son, en muchos casos, el germen de muchos de nuestros ranchos y cortijos e, incluso, de algunas poblaciones actuales.

Por último, sobre este sistema de ciudades, poblaciones y villas se extendió la red viaria, fundamental para las comunicaciones entre ellas y con el resto de las ciudades a uno y otro lado de la comarca natural con sus vías principales y sus ramales secundarios. Sus vestigios son aún visibles en muchos lugares de la sierra.

 

 

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